Intuyo con desesperación el encuentro fugaz. Nuestra respiración agitada me hipnotiza con su perfecta sincronía. Dibuja pentagramas imaginarios que siguen el ritmo sin tomar pausas, entregados al vaivén de nuestros movimientos. El sonido exterior desaparece, se escabulle a través de las luces tenues que adornan la habitación. Me centro en tu mirada penetrante que no deja de conversarme. Nuestras siluetas se acomodan a los pocos espacios que nos separan, produciendo un calor desbordante. Ese fervor se vuelve intenso a medida que se expande. Se siente como una descarga que va arrasando cada pliegue en forma desmedida y sin control. La electricidad avanza desde el interior hacia la garganta, la cual relaja la tensión y emite un gemido placentero que se escapa de ambos labios. El ansiado momento concluye entre besos y susurros delirantes que agradecen el viaje corporal.
FIN
¿Te gustó el relato?
Por favor puntúalo a continuación y visita más abajo la sección de comentarios.
¡Participa en la discusión en torno a este relato!
Cecilia Saá Bahamondes escribe desde la austral ciudad de Punta Arenas. Ha participado en concursos regionales obteniendo diversas distinciones. Algunos de sus cuentos han sido publicados en las Revista Mal de Ojo y en la revista Clan Kutral . Ha participado en la antología digital “Cuentos de Navidad” y microcuentos «Contra toda violencia». Actualmente escribe relatos cortos sobre mujeres en forma semanal para la Revista FemPatagonia.
Ceci, me encanta tu relato. El erotismo manifestado con gran sutileza. Mis felicitaciones.
Gracias Mariana, quería captar ese momento íntimo sin caer en descripciones en descripciones burdas.
La atmósfera diseñada ´para ese encuentro me encantó. Te mereces el cinco, pero no me deja puntuarlo.Éxitos.
Muchas gracias Mar. Recrear una atmósfera íntima es una tarea que nos lleva a nuestros propios recuerdos y sensaciones.