Reencuentro

Nos perdíamos por horas entre caminatas y conversaciones interminables. Ignorábamos el entorno que acompañaba nuestro paso lento. Éramos dos adolescentes descubriendo sentimientos nuevos, trazando una historia que nos marcaría de por vida. El recuerdo de aquellas manos entrelazadas y apretadas, sólo contenía el deseo juvenil que daba luces de sus primeros temblores. Nos mirábamos en forma intensa, memorizando hasta los detalles de la respiración. El amor nació sin los vicios de la experiencia, sin muros que trepar ni raíces que cortar. Éramos pureza e instinto buscando compañía. Me transporto al presente y doy  el último respiro frente al espejo. Siento mariposas recorrer mi piel entre nervios y cosquillas. Estiro mi vestido favorito, me ordeno el cabello en forma instintiva y camino expectante evocando la sensación de ti. Nuestro reencuentro se hace próximo. Me acerco nerviosa conteniendo la emoción mientras diviso tu figura que me espera frente a un café humeante.