Loading

Tumbada en el piso, recupero el conocimiento en cámara lenta, desprovista de fuerzas y carente de albedrío. Mis ojos entreabiertos distinguen tu sombra inmóvil que escupe palabras sueltas hundidas en lamento. Mi cabeza se siente pesada y herida. Algunas gotas de sangre bañan la alfombra de  un rojo vivo. Con temor arrastro las piernas sin que notes mi presencia, pretendo escabullirme ante tus ojos. He sido objeto una vez más de tu furia incesante que me utiliza para el desahogo de tus frustraciones. El miedo paraliza mi determinación y las lágrimas brotan pidiendo auxilio en el subconsciente. Inesperadamente, arremetes con violencia desmedida, robando mi voluntad. En forma súbita, el silencio inunda el ambiente e invade cada espacio como una ola descontrolada. Desde la altura, suspendida en el aire, observo mi cuerpo lánguido y transparente desaparecer en la oscuridad. Siento que me elevo liviana hasta alcanzar las nubes, las cuales atraviesan mi piel con su blanco algodón y me esconden de la ira mortal que baña tus manos.

FIN

¿Te gustó el relato?
Por favor puntúalo a continuación y visita más abajo la sección de comentarios.

¡Participa en la discusión en torno a este relato!

5 3 votos
Puntuación
Suscríbete
Notifícame acerca de
guest

2 Comentarios
Recientes
Antiguos Más Votado
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
Carmen sarue

Que la violencia duele …aún y sigue siendo la batalla de muchas mujeres…lo dices bien..y muy bien bravo!

Mariana Ampuero

Hola, Cecilia: me gusta tu forma de escribir. Este microcuento es fuerte, tremendo. La violencia hacia la mujer que desgraciadamente e pan de cada día. Te felicito.

Entradas recientes

Comentarios recientes

Entradas similares

Mostrar Botones
Esconder Botones
2
0
Por favor deja tu comentario.x