Mientras recogía mi ropa del piso, puede ver que Miguel Ángel me observaba con cierta frialdad. Lo cierto es que no había sido exactamente el encuentro sexual que había imaginado, sobre todo después de tanta insistencia de su parte por verme y estar conmigo. Me había convencido que yo había sido su amor platónico en nuestra adolescencia, y que ahora, después de varios meses de coqueteo por redes sociales nos reencontraríamos para hacer realidad nuestro sueño de estar juntos…O más bien, su sueño, porque yo al menos, nunca había estado enamorada de él.
Y sí, me sentía muy incómoda. Su mirada inquisidora me recordaba, que efectivamente tenía 15 kilos de más y que probablemente ya no era la mujer tan preocupada por mi físico como lo era antes. Sí, es cierto, cuando nos encontramos en el restaurante presentí que me juzgaba, porque yo no era la misma que aparecía en las fotos de mis redes sociales. Tal vez, en eso fui culpable, pero creí que nos reencontraríamos y todo sería maravilloso, pero no lo fue. Apenas pudo tener una erección y casi ni me miró. Sentí que todo lo hizo por cumplir. Tal vez ya no soy tan bella para él, pero parece que eso es lo único que le importa. Yo quise creer que era la misma, pero también pensé que había nacido un sentimiento verdadero, pero veo que solo me buscó para hacer realidad un sueño de adolescente que hoy como adultos ya no está.
̶ ¿Te preparo un café?, dije como para romper el silencio.
̶ Si usted quiere, vaya y se sirve algo. Yo estoy bien. Me bañaré y luego debo salir, tengo una reunión familiar.
De pronto, una notificación en su teléfono, hizo que cortara la conversación, y mientras lo veía escribir y sonreír a sus mensajes, más que inseguridad sentía por mi cuerpo y mi apariencia, pero a la vez me hizo sentir mucha rabia contra él.
̶ Gracias por venir Bárbara y quedarte. Hablemos después, ¿te parece? debo ir a bañarme. Si quieres me esperas o puedes irte, yo necesito apurarme, tengo una reunión.
Sus palabras me parecieron una excusa para deshacerse de mí y me sentí ofendida por su forma cortante.
̶ Ok ̶ dije mirándolo con mucho orgullo, tanto, que él bajó la mirada y se encerró en el baño rápidamente. En ese momento me dispuse a llevarme a mi casa la tristeza y la vergüenza que sentía, pero algo me detuvo. Quería ver qué mensajes había contestado y sin hacer ruido, tomé su teléfono y ¡Oh felicidad! no te tenía clave por lo que comencé a revisar cada uno de sus WhatsApp.
Al chequearlos y darme cuenta que además de mí, coqueteaba con otras mujeres -todas evidentemente más jóvenes por lo que veía en las fotos-, comprendí que ese hombre, quien alguna vez en nuestra adolescencia había sido mi amigo enamorado, se había convertido en un ser despreciable que solo apreciaba el físico, y todo ese amor y admiración que decía tener por mí, era una mentira. Estaba claro para mí, ya no estaba dentro de sus patrones de belleza…y bueno, hay que ser bien cara de palo, pidiendo perfección –pensé-, cuando él también estaba lejos de ser un hombre esbelto, y más bien, era un hombre de mediana edad, casi calvo, con barriga y muchas arrugas…¿Y él me despreciaba a mí por no ser perfecta? Una furia se apoderó de mí y no lo dudé. Él tendría su merecido.
Fue entonces que me vestí, me maquillé y me serví un té, mientras esperaba que ese tipo, que tanto me había perseguido, saliera del baño. ¡Uff! Ni yo me demoraba tanto…
¿Y creerá sinceramente que se ve guapo? Por favor –pensé.
Al salir del baño, y al verme aún en su casa, el rostro de Miguel Ángel, me mostró cierta perplejidad.
̶ ¿Pensaste que me había ido?
̶ Bueno sí, pero ¿ya te vas? ̶ dijo con tono inquieto.
̶ No…
̶ ¿No?… ̶ dijo confundido. Te dije que debía salir. Yo te llamaré y nos ponemos de acuerdo para vernos otro día.
̶ ¿Me llamarás? ¿En serio?
Un momento de duda se presentó en el rostro de Miguel Ángel quien, titubeando, asintió con su cabeza, asegurando que lo haría.
̶ Mira Miguel Ángel, ni creas que no me di cuenta que no te parecí atractiva y bueno las cosas resultan y otras no, y en eso ya soy grandecita para entenderlo. Pero ¿sabes? para ser sincera, tú tampoco eres una belleza, así que saca eso de tu cabeza.
̶ Pero Bárbara, ¿Qué dices?
̶ Me has tratado casi como si yo fuera una mujer horrible. Podrías haber tenido un mínimo de tino. Y está bien, ya no seré la mujer que querías encontrar, pero eso no significa que debes tratarme como cualquier cosa.
̶ Yo nunca quise…
̶ Mira yo no quería que saliéramos, pero lo hice porque me convenciste que yo era especial para ti, pero ya te vi; ya te entendí, solo buscas belleza y a tu edad…por favor…tienes dos años más que yo…57 y todavía con mentalidad de adolescente. Mira, te estoy haciendo un favor. Me queda claro que tú y yo no llegaremos a nada, pero alguien debe decírtelo.
Miguel Ángel, permanecía inmóvil sin entenderme.
-Si vas a buscar mujeres 20 años más jóvenes, seguro ellas estarán contigo por tu dinero. No creas ni por un segundo será por amor, te lo aseguro. Y si eso no te importa, bueno has el ridículo y vive tu vida vacía. Te aseguro que acabas de perder una gran mujer: A mí, que valgo mucho y que quise darte una oportunidad y solo me demostraste que eres un pobre ser. No vuelvas a llamarme. Pensé que eras diferente, pero eres muy poco para mí.
De pronto, el rostro de Miguel se transformó.
̶ ¿Y te crees tan perfecta dándome sermones? Te diré algo, primero no mientas al poner fotos trucadas con tanto filtro y luego, llegar como si nada. Eso es mentir y tú mentiste. Y si mientes, esto consigues. Yo seré un adolescente como dices tú, pero tú eres una mentirosa. Ahora dime, ¿soy peor yo que tú?
̶ Eres un estúpido ̶ respondí.
̶ ¿Por ser yo mismo y decirte de frente la verdad?
̶ No, porque si no fueras tan superficial, tal vez hubieras encontrado en mí, lo que nunca encontrarás en una de tus veinteañeras.
̶ Eso no lo sabes…
̶ Claro que lo sé…lo veo todos los días en mi consulta…hombres como tú…tan patéticos…¿Se te olvida que soy Psicóloga y veo hombres como tú?
̶ ¡Señor! creo que estás peor que tus pacientes y ya me cansaste. Creo que te equivocaste de profesión. Ándate de mi casa, por favor.
̶ Obvio que me voy, ya no resisto mirarte ̶ dije mientras me alejaba de esa casa y bloqueaba de mi WhatsApp al hombre que hacía solo unas horas, por mensaje y antes de verme, me había dicho que en cualquier circunstancia siempre me amaría (…) Es que claro, las redes sociales dan para todo, pero en la vida real, todo es diferente.
Es cierto pasan los años y todo cambia, aferrarse a verse jóvenes y actuar como adolescentes ya no tiene sentido, se debe aceptar el paso del tiempo y amar con honestidad a la persona con todos sus cambios..😊
Muchas gracias por tu comentario. Así es, mucha gente quiere quedarse atrapado en una idea que no envejece, que el tiempo no pasa…y sí pasa para todos. Lo importante es valorar a las personas por lo que son y no como se ven.
Me gusto el relato ,ahi donde se apuesta a encantar un amor de adolecencia sin verla primero antes de enamorarla ,y se engaña un sentimiento con mentiras y asise llega a una decepcion, muy interesante este relato gracias cecilia genial tu relato 👏👏👏
Muchas gracias Pascual por tu comentario que es muy importante porque estos temas pasan todos los días, las expectativas sobre un pasado supuestamente ideal, choca muchas veces con la realidad y también con los valores de las personas. Cariños.
Gracias a ti por estos buenos relatos
Me gustó mucho ,tocaste ,una de las problemáticas,más comunes en estos tiempos,con las redes sociales y la inmadurez de muchos hombres ,buscando solo lo superficial,desechando las virtudes y defectos ,que complementan a una buena persona!!
Jair, muchísimas gracias por tu amable comentario. Me pone muy contenta que te haya gustado el tema de mi cuento. Saludos.
Estuvo estupendo muchas gracias por hacer este contenido
Estimado Mauro, muchísimas gracias por tu amable comentario, que me impulsa a seguir escribiendo. Un abrazo.
Entretenido y predecible desde el comienzo. Es un buen intento. Saludos!
Estimado Antonio, muchísimas gracias por tu comentario. Saludos.
Me gustó el relato.felicidades.
Estimada Maritza, agradezco mucho tu comentario. Saludos.
Un poco real pero quizas pudo terminar mejor
Estimado Jorge, muchísimas gracias por tu comentario.
Excelente narrativa…. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Muchísimas gracias por tu comentario, Mario.
Me gusto mucho la historia estubo muy intetesante
Muchísimas gracias kerima por tu comentario.
Bueno el relato , alguna vez me paso algo parecido
Se agradece muchísimo tu comentario, Claudia.
Me encantó, muy entretenida la lectura, la disfruté mucho.
Muy buen relato y me gustó mucho la respuesta de Bárbara. Siempre es bueno darles un baño de realidad a quienes viven en la superficialidad
Mil gracias por tu comentario, Ricardo.
Muchísimas gracias Nina por tu comentario.
Muy entretenido… me encantó. Podría continuar la historia!!
Agradecida de tu comentario, Isidora.